Las olas del mar normalmente se
generan por las mareas, el viento, las condiciones meteorológicas y las
corrientes.
En cambio las olas del tsunami se
desencadenan por algo que provoca un desplazamiento de un gran volumen de agua,
como avalanchas de tierra, erupciones volcánicas y terremotos.
Estos últimos provocan olas en las
zonas de subducción (donde se encuentran dos placas tectónicas presionando una
contra otra e introduciéndose una bajo la otra).
Al acercarse el tsunami a la costa,
el agua se retira hacia el mar abierto, y algunos minutos después llega una ola
gigantesca que puede alcanzar hasta decenas de metros de altura.
En esos instantes en que el agua se
retira de la costa, se pueden tomar algunas precauciones necesarias para evitar
mayores daños.
Los terremotos son sismos fuertes
que ocasionan daños leves a severos, es decir que se perciben con intensidades
sísmicas superiores a VI en la escala de Mercalli Modificada.
Después de un terremoto es posible
que ocurran otros sismos de mayor o menor magnitud que el original, que son
conocidos como réplicas y que pueden ocasionar daños incluso mayores que los
ocasionados durante el sismo principal.
Las principales consecuencias son:
Daño de edificaciones
Las construcciones pueden sufrir
daños leves o graves, dependiendo de la calidad del diseño y de la
construcción.
Incendios
Se producen cuando un terremoto
ocasiona cortocircuito, escapes de gas o contacto de combustibles con
artefactos eléctricos.
Deslizamientos
Los sismos producen deslizamientos
que se originan en las laderas inestables.
Licuación del suelo
Sucede en los suelos arenosos
sueltos, con alto contenido de agua. Estos pierden su capacidad de soporte
durante un sismo, lo cual origina el hundimiento de las edificaciones.
Crecientes de ríos y quebradas
Se presentan cuando se rompen las
represas y cuando los deslizamientos taponan el cauce de los ríos y las
quebradas.
Afectación a la población
Los daños directos e indirectos que
podrían causar un terremoto y los eventos secundarios derivados de este podrían
causar un numeroso número de muertos, heridos, personas atrapadas,
desaparecidos y extraviados.
La pérdida de vivienda de las
familias que se encuentran en los lugares más propensos a la inundación, falta
de electricidad, escases de comida, enfermedades respiratorias, de la piel,
intestinales y también las pérdidas materiales: vivienda, ropas, documentos. Esto
a nivel humano, luego las pérdidas económicas como cosechas, ganado y por
último el desgaste que producen en el suelo barriendo con los nutrientes y/o
creando capas que hacen que tierras fértiles se conviertan en bañados o
desérticas.
A pesar de la innumerable
tecnología que el ser humano ha sido capaz de desarrollar a lo largo de su
historia, sigue siendo completamente vulnerable a los desastres naturales, ya
que, debido a su magnitud, cada vez que ocurren, se pierden gran cantidad de
recursos tanto humanos como económicos y materiales que en ocasiones pueden ser
totalmente irrecuperables para los países afectados.
Pérdidas humanas
En cuanto a las pérdidas humanas,
los recuentos de los daños arrojan cifras muy grandes de muertos, heridos y
desaparecidos, no tan solo durante el desastre natural, sino también después de
que éste ocurre debido a que los brotes de enfermedades incrementan y la comida
y el agua, principalmente ésta última, escasean. Entre más tiempo se tarde una
comunidad o un país en recuperarse, más expuesto se ve a que esto ocurra, debido
a que muchas familias se quedan sin empleo y por lo tanto sin comida, además de
que otras en ocasiones pierden todas sus posesiones materiales y los lugares en
los que antes vivían, después de que ocurrió el desastre, ya no existen o están
completamente destruidos y por último la inseguridad va en aumento y las
provisiones donadas en decremento.
Pérdidas de recursos naturales y
económicos.
Sabemos que los desastres naturales
además de causar grandes pérdidas humanas, también provocan pérdidas materiales
y económicas. Tan sólo en el año 2003 las pérdidas alcanzaron los 55 mil
millones de dólares a nivel mundial.
El problema no es la pérdida de
dinero en sí, sino la desproporción en la que los países se ven afectados
respecto a su producto interno bruto, ya que los países en desarrollo sufren
más las bajas que los países ricos. Esto hace vulnerables a las entidades en
vías de desarrollo, exponiéndolos a la creciente pobreza.
Antes 1. Identificar las áreas
estructurales del plantel para determinar las zonas de menor riesgo internas
(columnas, trabes, muros de carga) y márcalas en el croquis del plantel.
Recuerda: No las obstruyas con mobiliario. 2. Fijar a la pared los estantes,
archiveros y anaqueles y no los sobrecargues. Colocar lo más pesado en la parte
baja y lo ligero en la parte alta. 3. Identificar dónde se encuentran
las llaves de paso del agua, gas y el interruptor o tablero de la corriente
eléctrica. 4. Mantener los pasillos y áreas de
circulación libres de obstáculos para contar con rutas de evacuación adecuadas
y marcarlas en el croquis del plantel. 5. Realizar simulacros de
evacuación y repliegue al menos 2 veces por mes. 6. Tener los números telefónicos de
emergencia en un lugar visible. 7. Portar siempre una
identificación. 8. Tener a la mano el número de la
póliza del seguro S.E.P., a fin de realizar el reclamo en caso necesario. Durante 1. Conservar la calma. 2. Alejarse de las ventanas. 3. Dirigirse, de acuerdo al
procedimiento establecido en tu escuela, a las zonas internas de menor riesgo
(repliegue). 4. No perder tiempo buscando
objetos personales. 5. Seguir las instrucciones de los
brigadistas facilitando su labor. 6. Dirigirse al punto de reunión
más cercano, si se está en las áreas abiertas. 7. Auxiliar a las personas si es
posible, si no retirarse y permitir que los brigadistas actúen. Después 1. Dirigirse al punto de reunión
designado después del repliegue. 2. Esperar indicaciones de los
brigadistas y autoridades. 3. Reportar de inmediato las fugas
de agua, gas o, peligro de incendio a los brigadistas . 4. Usar el teléfono sólo para
llamadas de emergencia. 5. Reportar a los heridos o
lesionados a los brigadistas. 6. Manejar información precisa, no
propagar rumores. 7. Solicitar a las autoridades o a
quien corresponda su intervención para iniciar los trabajos de limpieza, y
gestionar el pago de los bienes muebles e inmuebles dañados (libros, equipo,
mobiliario o cualquier otro). Recuerde, todos los bienes y equipo
de la escuela están asegurados, por ello es muy importante que el Director
elabore las actas correspondientes, notifique a la aseguradora y a sus
autoridades inmediatas, y sustente adecuadamente el siniestro con el propósito
de recuperar los bienes dañados.
Antes Ubique un lugar elevado y más de
una ruta de evacuación (a pie y en auto). Si vive en la costa, averigüe a
cuánto sobre el nivel del mar y a qué distancia de la costa se encuentra su
casa. Las necesidades de evacuación pueden basarse en estos parámetros. Un terremoto, un fuerte ruido
subterráneo, o una rápida subida o bajada de la marea son síntomas de que puede
aproximarse un maremoto. Todos en la familia deben saber
cómo actuar, cómo cortar el suministro de gas, luz y agua, y los números de
emergencia a los que pueden llamar de ser necesario. Establezca un punto de reunión, por
si la familia se encuentra dispersa. Tenga a mano su kit de emergencia.
Durante Si escucha información de que puede
haber un maremoto o detecta señales en tal sentido, evacue el área de
inmediato. Suba a un lugar alto. Aléjese de la playa. No vaya a
presenciar un maremoto. Si puede ver la ola, estará demasiado cerca como para
escapar de ella. Un maremoto o tsunami es una serie
de olas, por lo tanto no asuma que después de la primera ola el riesgo pasó.
Las olas sucesivas pueden ser de mayor tamaño. Aléjese del lugar y no regrese a
su hogar hasta que el peligro haya pasado del todo.
Después Vuelva a su hogar cuando ya no haya
peligro, y manténgase alejado de edificios dañados. Si al volver se encuentra con
personas saqueando, no los enfrente solo. Pida ayuda a Carabineros. Entre a su hogar con precaución y
una linterna. De ser posible, efectúe una revisión de la luz, agua, gas y
teléfono tomando las precauciones indicadas en inspección de servicios básicos.
Revise si hay corto circuitos o cables a la vista. No conecte la luz hasta que
un electricista haya revisado el sistema. Abra las ventanas para secar el
lugar. Saque con pala el barro mientras todavía está húmedo. Revise el suministro de bebidas y
agua para beber. El agua y los alimentos pueden haber sido contaminados con el
agua de la inundación, en cuyo caso no deben utilizarse. Si es posible, junte agua en tinas
y otros recipientes, por si se corta el suministro. Hierva el agua que va a
beber. Escuche la radio o la televisión
para obtener información sobre la emergencia, y posibles instrucciones de la
autoridad a cargo. Ayude a las personas heridas o que
han quedado atrapadas. Si hay lesionados, pida ayuda de primeros auxilios a los
servicios de emergencia. Ayude a sus vecinos que tengan familiares de edad,
impedidos o niños pequeños.
- Proteja sus posesiones: creando
un archivo personal a prueba de agua, que contenga información sobre todas sus
posesiones y documentos importantes.
- Prepare su casa: Instalando una alarma de agua, que le
permitirá saber si el agua se acumula en su sótano, levantando componentes
eléctricos cercanos al piso (interruptores, tomas de corriente, interruptores y
cableado) y mueva sus muebles a un lugar seguro.
- Desarrolle un plan de emergencia
familiar. creando un equipo de seguridad con los elementos básicos como agua,
enlatados, linterna, etc. Tenga a la mano los números telefónicos de emergencia
y enseñe a sus niños cómo llamar al 911. Planifique una ruta de escape con su
familia y establezca un contacto familiar de emergencia.
Durante
- Si se produce la inundación, vaya
a un terreno más alto y evitar las zonas sujetas a inundaciones.
- No intente cruzar corrientes de
agua ni caminando ni en el carro.
-Si el agua se eleva en su casa
antes de evacuar, ir a la planta superior, el ático o techo rápidamente.
- Manténgase escuchando la radio
para saber las últimas informaciones sobre la tormenta.
-Apague todos los servicios
públicos en el interruptor principal y cierre la válvula principal de gas en
caso de que se lo recomienden.
- Si usted entra en contacto con
agua inundada, lávese inmediatamente las manos con agua desinfectada y jabón.
Después
- Compruebe si hay daños
estructurales antes de volver a entrar en su casa para evitar ser atrapado en
un derrumbe de un edificio.
- Si su casa ha sufrido daños,
llame a su agente de seguro.
- Tome fotos de la inundación en su
casa y guarde cualquier propiedad personal dañada.
- Haga una lista de los artículos
dañados o perdidos e incluya su fecha de compra y el valor de los mismos para
presentarlos al seguro.
- Mantenga apagados equipos
eléctricos hasta que un electricista haya inspeccionado su sistema de
seguridad.
- Hierva el agua para beber y para
la preparación de alimentos hasta que las autoridades indiquen que el
suministro de agua es seguro.
El primer paso a la hora de apagar
un fuego con un extintor de incendios es identificar el tipo de fuego al que
nos enfrentamos.
Existen cinco tipos de clases de
fuegos y dependiendo del tipo de incendio deberemos utilizar un tipo de extintor
u otro:
- Fuegos de Clase A: son fuegos en los que el
combustible es madera, papel, carbón, cartón, textil, plástico… Normalmente se
trata se materiales sólidos y que al quemarse forman brasas y cenizas.
- Fuegos de Clase B: se trata de
fuegos producidos por combustibles líquidos como puede ser la gasolina,
petróleo, pinturas… Este tipo de incendios no suelen dejar ningún tipo de
residuos.
- Fuegos de Clase C: son fuegos
producidos por gases (butano, propano, gas ciudad, acetileno…)
- Fuegos de Clase D: se trata de
fuegos en los que se encuentran involucrados metales ligeros como pueden ser el
magnesio o el aluminio. Este tipo de incendios suelen producirse en las virutas
o polvo de estos metales y nunca en piezas más grandes. Para extinguir este tipo
de incendios solamente se pueden utilizar extintores de tipo D.
- Fuegos de Clase E: son fuegos
producidos por un cortocircuito eléctrico o que se han producido en una
instalación bajo carga eléctrica. El primer paso para apagar un fuego de Clase
E es cortar la corriente eléctrica. En el momento que cortamos la corriente el
incendio pasa a ser de Clase A, B o D dependiendo de los materiales que se
estén quemando. Es importante cerciorarse de que se ha cortado la corriente
eléctrica por completo ya que aunque hayamos desactivado el automático el
circuito podría estar alimentándose por otro circuito cercano.
1. Identificar las rutas de
evacuación así como: las salidas principales y alternas, verificando que estén
libres de obstáculos.
2. Evitar almacenar productos
inflamables o usarlos sin la supervisión de un adulto.
3. Mantener y verificar
constantemente el buen estado las instalaciones de luz y gas.
4. No sobrecargar las conexiones
eléctricas.
5. Por ningún motivo jugar con agua
cerca de las instalaciones eléctricas.
6. No sustituir los fusibles por
alambres o monedas.
7. Identificar la ubicación de los
extintores. Solicitar la orientación necesaria para usarlos de manera
apropiada.
8. Tener a la mano el número de la
póliza del seguro SEP, a fin de realizar el reclamo en caso necesario.
9. Participar en las actividades
del Comité de Salud y Seguridad Escolar.
Durante
1. Al escuchar la señal de alarma,
suspender lo que se esté realizando.
2. Conservar la calma y
tranquilizar a las personas que estén alrededor.
3. Ubicar el lugar del incendio y
retirarse de la zona de riesgo.
4. Si hay humo, taparse la nariz y
la boca con un pañuelo, de preferencia mojado y agacharse.
5. Dirigirse a las zonas externas
de menor riesgo con los compañeros y las compañeras del plantel (puntos de
reunión). Recordar: ¡no corro!, ¡no grito! y ¡no empujo!
6. Solicitar vía telefónica el
auxilio de la estación de bomberos más cercana.
7. Siga las instrucciones de los
brigadistas del Comité de Salud y Seguridad Escolar.
Después
1. Mantenerse alejado del área de
riesgo porque el fuego puede avivarse.
2. Evitar propagar rumores y
tampoco hacer caso de ellos.
3. No interferir en las actividades
de los bomberos y rescatistas.
4. Poner atención a las
indicaciones de los bomberos, autoridades de Protección Civil y brigadistas del
Comité de Salud y Seguridad Escolar.
5. Solicitar a la aseguradora su
intervención a fin de que se inicien los trabajos de limpieza, y recabe la
información pertinente, a fin de que se paguen los bienes muebles e inmuebles
dañados (libros, equipo, mobiliario o cualquier otro).
Recuerde, todos los bienes y equipo
de la escuela están asegurados, por lo que es muy importante que usted elabore
las actas correspondientes, notifique a la aseguradora a sus autoridades
inmediatas y sustente adecuadamente el siniestro, a fin de recuperar los bienes
dañados.
Se refiere a que los sismos se
originan por el desplazamiento de las placas que conforman la corteza.
Las zonas más extensas de mayor
actividad sísmica son aquellas donde también tienen lugar los terremotos más
profundos (200 a 600 km). De acuerdo a lo que se acaba de indicar los sismos de
mayor intensidad están ubicados en las zonas más profundas donde se producen
los roces entre las placas (zona de Benioff).
Cuando las placas se ven sometidas
a tensiones mayores a las que pueden resistir, permiten que éstas se fracturen
para desprender la presión acumulada qué se extiende en ondas concéntricas, es
el caso de la falla de San Andrés (California).
La causa tectónica es la que más
genera sismos, pues las zonas sísmicas coinciden con las zonas de impacto o
roce de las placas.
En general,
las precipitaciones se relacionan con la cantidad de vapor de agua transportada
por la atmósfera y el punto de rocío, determinado por la temperatura del aire,
en combinación con el movimiento ascendente de la masa de aire que contiene
vapor de agua. Si estos factores combinados no soportan volúmenes de
precipitación suficientes que alcanzan la superficie de la tierra, el resultado
es una sequía. Esto puede ser provocado por un elevado nivel de reflexión de
luz solar, y sobre todo la persistencia, superior al promedio, de vientos de
sistemas de alta presión llevando aire continental en lugar de aire oceánico,
así como barras de áreas de alta presión cuyas conductas impiden o restrinjan
el desarrollo de tormentas eléctricas o lluvias sobre una determinada región.
Como ya se mencionó, los terremotos
son la gran causa de los maremotos. Para que un terremoto origine un maremoto,
el fondo marino debe ser movido abruptamente en sentido vertical, de modo que
el océano es impulsado fuera de su equilibrio normal. Cuando esta inmensa masa
de agua trata de recuperar su equilibrio, se generan las olas. El tamaño del
maremoto estará determinado por la magnitud de la deformación vertical del
fondo marino. No todos los terremotos generan maremotos, sino sólo aquellos de
magnitud considerable, que ocurren bajo el lecho marino y que sean capaces de
deformarlo (tercera condición). Si bien cualquier océano puede experimentar un
maremoto, es más frecuente que ocurran en el océano Pacífico, cuyas márgenes
son más comúnmente asiento de terremotos de magnitudes considerables
(especialmente las costas de Chile, Perú y Japón). Además, el tipo de falla que
ocurre entre las placas de Nazca y placa sudamericana, llamada falla de
subducción, esto es, que una placa se va deslizando bajo la otra, hacen más
propicia la deformidad del fondo marino y, por ende, el surgimiento de los
maremotos.
Los incendios son los directores
del ambiente de la naturaleza, ya que crean y mantienen los ecosistemas, como
praderas y bosques de pinos. De hecho, las praderas evolucionaron con la
presencia de los incendios. La salud del ecosistema depende de esta
perturbación. Los incendios eliminan la acumulación de basura en la superficie
del suelo, de modo que liberan nutrientes al medio ambiente. También generan
condiciones favorables para la germinación de las semillas. La supresión del
fuego permite que se acumulen cantidades de basura, preparando el escenario
para que ocurran incendios catastróficos. Las plantas y los árboles se
adaptaron a la presencia del fuego. Sin embargo, las temperaturas elevadas de
los incendios en las copas de las plantas pueden matar a la planta entera.
Estos incendios son más difíciles de controlar y la supresión de incendios es
costosa y, según el Servicio Forestal de Estados Unidos, representa un
desembolso de más de mil millones de dólares por año.
Según la información de la Agencia
de Protección Ambiental de Estados Unidos, a excepción del fuego, las
inundaciones son los desastres naturales más comunes que afectan a los
estadounidenses, representando el 90 por ciento de las catástrofes. Las inundaciones
tienen causas naturales y artificiales. Las tormentas pueden crear inundaciones
que superan la capacidad de contención de agua del medio ambiente o de las
estructuras hechas por el hombre. Los diques y las represas proporcionan una
sensación de seguridad falsa, lo que quedó en evidencia durante la gran
inundación de 1993, en el valle superior del río Mississippi. Con este evento
se aprendió una dolorosa lección. La destrucción de los pantanos destruyó el
medio natural para absorber las crecidas.
Hay muchas
causas responsables de los desastres naturales. Las actividades de los seres
humanos cumplen un rol importante en la frecuencia y gravedad de estos eventos.
Un desastre natural es la interrupción en el equilibrio del medio ambiente. El
factor humano aumenta el costo de los daños materiales y la pérdida de vidas.
Comprender las causas de las catástrofes naturales puede ayudar a prevenir
daños enormes pero no impedir que ocurran estos catastróficos desastres
naturales como los tsunamis, inundaciones, incendios, sequias, sismos, etc.
Impedir que los desastres naturales
ocurran es imposible, por eso las
sociedades deben crear recursos e instrumentos para limitar sus efectos, esto
es incuestionable. Pero es prioritario, a la par, forjar una cultura de la
prevención y de la seguridad, donde la tarea de
la Escuela es fundamental.
Es necesario en la actualidad,
asumir el desafío de que es
impostergable para todos los países del mundo, prevenir los riesgos a que se ve
expuesta la población en ocasión de los fenómenos climatológicos que pasan a
convertirse en catástrofe nacional, en gran parte, por la inexistencia de la
Cultura de la Prevención y de la Seguridad.
Aunque la prevención resulta
intangible para el pragmatismo político, la prevención es en realidad lo que
puede contribuir a salvaguardar la vida humana y a disminuir los
altos costos que significan los proyectos de reconstrucción por una catástrofe;
la necesidad de reconstrucción puede disminuir bastante si la prevención está
instalada en la cultura de un país.
Teniendo en
cuenta que la comunidad discente de instituciones educativas es vulnerable a
ciertos accidentes (raspones, cortadas, desmayos) y enfermedades de tipo viral,
y en sus condiciones de niños, púberos y adolescentes, manifiestan su actividad
por medio de juegos, saltos, competencias, travesuras, entre otras, y no es
posible la utilización de recursos médicos esenciales para atender éstas
necesidades, consideramos pertinente encontrar soluciones prácticas e
inmediatas para estos casos.
La defensa civil es una
organización con apoyo gubernamental, que opera en la mayoría de los países, y
tiene como objetivo apoyar a las poblaciones que habitan en zonas vulnerables
para hacer frente a los desastres naturales o de carácter andrógeno. También es
un conjunto de personas representativas de una comunidad, que desarrollan y
ejecutan actividades de defensa civil en un determinado lugar, orientando las
acciones a proteger la integridad física de la población y su patrimonio, ante
los efectos de los fenómenos naturales o tecnológicos que generan desastres.
Los soldados, en su sentido más
general, son individuos que se han alistado, voluntariamente o en cumplimiento
de un servicio militar obligatorio, en las fuerzas armadas de un país soberano,
recibiendo entrenamiento y equipo para defender a dicho país y sus intereses.
En su condición de miembro de dichas fuerzas armadas, se convierten en militares
organizados en el ejército. Dentro del ejército se dividen a los grupos de
soldados generalmente en cuerpos o armas de distintas denominaciones, tales
como infantería, marinería, artillería, caballería, etc.
El término soldado se refiere
también a un rango, generalmente el más bajo en el escalafón conocido también
como soldado raso.
Los bomberos son aquellas personas
que están capacitadas conforme para la extinción de incendios y también para
asistir a víctimas en cualquier otro tipo de desastre como los terremotos, las
inundaciones, entre otros. La existencia de los bomberos es una cuestión
realmente importante en todas las comunidades del mundo dado que es muy
habitual que por accidentes o por negligencia humana se produzcan incendios.
Por caso, los estados deben promover esta actividad y asimismo brindarles las
condiciones más idóneas posibles para que puedan desplegar esta labor tan
importante y heroica de manera satisfactoria.
En la actualidad, los bomberos, se
movilizan en camiones especialmente acondicionados para ejercer su trabajo y se
trasladan en ellos desde el cuartel de bomberos hasta el lugar del siniestro.
Además, estos camiones disponen y cargan herramientas, como mangueras, que usan
los bomberos para apagar el incendio y otros elementos que les sirven para
resolver los problemas.
El Movimiento Internacional de la
Cruz Roja y de la Media Luna Roja, comúnmente conocido como la Cruz Roja o la
Media Luna Roja, es un movimiento humanitario mundial de características
particulares y únicas en su género, por su relación particular con base en
convenios internacionales con los estados y organismos internacionales por un
fin netamente humanitario. Está integrada por:
Comité Internacional de la Cruz
Roja.
Federación Internacional de
Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.
188 Sociedades Nacionales de la
Cruz Roja y la Media Luna Roja.
Los componentes del Movimiento,
aunque conservan su independencia en los límites del Estatuto del Movimiento,
actúan siempre de conformidad con sus Principios Fundamentales y colaboran
entre sí en el desempeño de sus tareas respectivas y para realizar su misión
común.
Los componentes del Movimiento se
reúnen con los Estados Partes en los Convenios de Ginebra del 27 de julio de
1929 o del 12 de agosto de 1949 en la Conferencia Internacional de la Cruz Roja
y de la Media Luna Roja.
1.Deslizamiento de Tierras:Un deslizamiento de tierras es un tipo de
corrimiento o movimiento de masa de tierra, provocado por la inestabilidad de
un talud.
Se produce cuando una gran masa de
terreno se convierte en zona inestable y se desliza con respecto a una zona estable, a
través de una superficie o franja de terreno de pequeño espesor. Los
deslizamientos se producen cuando en la franja alcanza la tensión tangencial
máxima en todos sus puntos.
Estos tipos de inestabilidades son
evitables por medios técnicos. Sin embargo, el resto de tipos de corrimientos
resultan más difíciles de evitar.
2.Derrumbes:Los
derrumbes son movimientos de tierra, de forma rápida, violenta y espectacular
que se producen en fuertes pendientes, originados por la gravedad o por
saturación de agua.
Existen muchos factores que contribuyen a la
formación de los derrumbes; principalmente el clima, la topografía y el ser
humano.
Según las características que presenta el clima,
puede favorecer la inestabilidad del subsuelo al aportar una gran cantidad de
agua. La presión que ejerce el líquido en los poros y fisuras del suelo
desencadenan el derrumbe.
Así mismo, las lluvias y la formación de corrientes
de agua por la superficie producen las erosiones de la tierra creando
inestabilidad que puede producir un derrumbe.
3.Aludes: Los aludes,
también denominados avalanchas, son el desplazamiento de una capa de nieve o de
tierra hacia abajo, que puede incorporar parte del sustrato y de la cobertura
vegetal de la pendiente.
4.Aluviones:El aluvión es material detrítico
transportado y depositado transitoria o permanentemente por una corriente de
agua, que puede ser repentina y provocar inundaciones.
Puede estar compuesto por arena, grava, arcilla o limo. Se
acumula en abanicos aluviales, cauces de corrientes fluviales, llanuras de
inundación y deltas. Algunos autores también incluyen bajo este término los
materiales que se sedimentan en lagos o estuarios.
1.Sismos:Un sismo,
también llamado seísmo o terremoto es un fenómeno de
sacudida brusca y pasajera de la corteza terrestre producida por la liberación
de energía acumulada en forma de ondas sísmicas. Los más comunes se producen
por la ruptura de fallas geológicas. También pueden ocurrir por otras causas
como, por ejemplo, fricción en el borde de placas tectónicas, procesos
volcánicos o incluso pueden ser producidas por el hombre al realizar pruebas de
detonaciones nucleares subterráneas.
2.Tsunamis:Un tsunami o maremoto es un evento
complejo que involucra un grupo de olas de gran energía y de tamaño variable
que se producen cuando algún fenómeno extraordinario desplaza verticalmente una
gran masa de agua. Este tipo de olas remueven una cantidad de agua muy superior
a las olas superficiales producidas por el viento. Se calcula que el 90% de
estos fenómenos son provocados por terremotos, en cuyo caso reciben el nombre
más correcto y preciso de maremotos tectónicos.
3.Erupciones Volcánicas:Una erupción volcánica es una emisión violenta en la superficie
terrestre de materias procedentes del interior del volcán. Exceptuando los
géiseres, que emiten agua caliente, y los volcanes de lodo, cuya materia, en
gran parte orgánica, proviene de yacimientos de hidrocarburos relativamente
cercanos a la superficie, las erupciones terrestres se deben a los volcanes.
El término desastre natural hace
referencia a las enormes pérdidas materiales y vidas humanas ocasionadas por
eventos o fenómenos naturales.
Los fenómenos naturales, se
convierten en desastre cuando superan un límite de normalidad, medido
generalmente a través de un parámetro. Éste varía dependiendo del tipo de
fenómeno, pudiendo ser el Magnitud de Momento Sísmico (Mw), la escala de Richter
para movimientos sísmicos, la escala Saffir-Simpson para huracanes, etc.
Algunos desastres son causados por
las actividades humanas, que alteran la normalidad del medio ambiente. Algunos
de estos tenemos: la contaminación del medio ambiente, la explotación errónea e
irracional de los recursos naturales renovables como los bosques y el suelo no
renovables como los minerales, la construcción de viviendas y edificaciones en
zonas de alto riesgo.
Los efectos de un desastre pueden
amplificarse debido a una mala planificación de los asentamientos humanos,
falta de medidas de seguridad, planes de emergencia y sistemas de alerta
provocados por el hombre se torna un poco difusa.
Preservar
la vida de los niños y los jóvenes y mitigar los riesgos de ser afectados en
caso de accidentes y catástrofes es un asunto de fundamental importancia con el
que debe comprometerse la comunidad educativa.
Son
múltiples las amenazas que pueden presentarse. Las hay naturales, como los
sismos, las erupciones volcánicas, los derrumbes, los vendavales y las
inundaciones. En este sentido, Colombia, por su situación y sus características
geográficas, es un país que se encuentra sensiblemente expuesto a ellas. Pero
hay amenazas de otro tipo, como las que pueden ser provocadas por el hombre,
que se conocen como antrópicas, entre las que se encuentran los incendios y las
explosiones.
Los niños,
los jóvenes, los maestros y los demás integrantes de la comunidad educativa
pueden verse afectados por ellas. De ahí que las instituciones educativas,
siguiendo las recomendaciones del artículo 5, párrafo 10 de la Ley General de
Educación No. 115 de 1994, estén encargadas de desarrollar un proyecto de
prevención y atención de desastres, orientado a aminorar los riesgos, prevenir
y atender adecuadamente los desastres naturales y las emergencias cuando éstos
se presentan. Por otra parte, muchas veces los establecimientos educativos se
convierten en lugares de refugio de la población ante estas situaciones.
Es un grupo humano con liderazgo y
formación para asumir el procedimiento administrativo y operativo que han
diseñado para prevenir o controlar una emergencia.
Las brigadas de emergencia tiene funciones
específicas en la atención de primeros auxilios, el control de incendios y la
evacuación, son las actividades primordiales para la respuesta a una emergencia
cuando esta es inminente.
RECOMENDACIONES
Cada uno de los miembro del comité
realiza las tareas definidas en propiedad y tareas de suplencia, dada la
ausencia de quien las tiene en propiedad, como es el caso de la activación de
la alarma de emergencia, que la realiza el coordinador del comité únicamente; si
el coordinador no se encuentra en la institución como suplente se asigna a la
persona encargada de alguna determinada área.
Las
emergencias y los desastres naturales pueden ocurrir en cualquier momento y en
cualquier lugar. Planear con anticipación puede ayudarte a hacer frente a las
emergencias con mayor facilidad, sobre todo porque las comunicaciones y
suministros de transporte, alimentos y agua, y refugio, podrían quedar
perturbados. Los desastres naturales, tales como incendios, inundaciones,
tornados y terremotos afectan a miles de personas cada año.
Para realizar
una eficaz educación preventiva se requiere una concepción clara acerca de lo
que es "prevención". Aunque el término es abundantemente utilizado en
las publicaciones sobre desastres, su definición sigue siendo incompleta, dando
lugar a imprecisiones que pueden tener consecuencias prácticas negativas.
Para el
sentido común, "prevenir" significa actuar con anticipación para
evitar que algo ocurra. En lo que se refiere a los desastres, el significado
del término es básicamente el mismo, pero se crean ciertas confusiones a la
hora de precisar qué es lo que se quiere evitar.
Óptimamente,
lo más deseable es evitar que ocurra el desastre, que éste no llegue a
producirse. Pero entonces, ¿ya no hay nada que prevenir una vez que el desastre
se ha desencadenado?. Para responder esta pregunta, es necesario recordar
primero que un "desastre" es un proceso, dentro del cual es posible
diferenciar y relacionar tres fases: antes, durante y después.
Esfuerzos de mitigación se enfocan
en prevenir amenazas de volverse en desastres, o reducir los efectos de los
desastres cuando ocurren. La fase de mitigación en la gerencia de emergencias
es diferente de las demás fases dado que se enfoque en medidas de largo plazo
para reducir o eliminar el riesgo. La implementación de estrategias de
mitigación se puede considerar como parte de un proceso de recuperación si se
aplica después de un desastre. Medidas de mitigación pueden ser estructurales o
no estructurales. Medidas estructurales utilizan soluciones tecnológicas, tales
como diques contra inundaciones. Medidas no estructurales incluyen políticas,
planeación de uso de tierra y seguro. La mitigación es la metodología más
eficiente en términos de costos para reducir el impacto de las amenazas, sin
embargo no siempre es adecuado. La mitigación incluye regulaciones con respecto
a las evacuaciones, sanciones contra los quienes no obedecen las regulaciones
(tales como evacuaciones obligatorias) y comunicación de riesgos potenciales al
público. Algunas medidas de mitigación pueden tener efectos adversos sobre el
ecosistema.
Desarrollar
un plan de administración de riesgos eficaz es una parte importante de
cualquier proyecto, pero por desgracia a menudo es visto como algo que puede
hacerse más adelante. Los problemas aparecen a menudo, y sin un plan bien
desarrollado, incluso los pequeños problemas pueden convertirse en situaciones
de emergencia. Existen diferentes tipos de administración de riesgos y
diferentes usos que incluyen el cálculo del crédito, la determinación de cuánto
debe durar la garantía en un producto y el cálculo de tarifas de un seguro. En
este documento vamos a ver la administración de riesgos desde la perspectiva de
la planificación de los eventos adversos.
La gestión de riesgos es un enfoque
estructurado para manejar la incertidumbre relativa a una amenaza, a través de
una secuencia de actividades humanas que incluyen evaluación de riesgo,
estrategias de desarrollo para manejarlo y mitigación del riesgo utilizando
recursos gerenciales. Las estrategias incluyen transferir el riesgo a otra
parte, evadir el riesgo, reducir los efectos negativos del riesgo y aceptar
algunas o todas las consecuencias de un riesgo particular.
Algunas veces, el manejo de riesgos
se centra en la contención de riesgo por causas físicas o legales por ejemplo,
desastres naturales o incendios, accidentes, muerte o demandas. Por otra parte,
la gestión de riesgo financiero se enfoca en los riesgos que pueden ser
manejados usando instrumentos financieros y comerciales.
El objetivo de la gestión de
riesgos es reducir diferentes riesgos relativos a un ámbito preseleccionado a
un nivel aceptado por la sociedad. Puede referirse a numerosos tipos de amenazas
causadas por el medio ambiente, la tecnología, los seres humanos, las
organizaciones y la política. Por otro lado, involucra todos los recursos
disponibles por los seres humanos o, en particular, por una entidad de manejo de
riesgos.